Regeneración I: Nuestro discurso es sencillo

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Somos muchos los que desde hace años empezamos a escuchar programas como A Fondo, El país de las maravillas, o El gato al agua cuando solo se emitía por radio. Lo que allí se decía, quienes intervenían y sobretodo las contundentes verdades de Enrique de Diego, sé, nos hacían asentir en casa, como si nuestra propia voz y nuestro pensamiento trasparasa la barrera de nuestras paredes y nos pudieran oir. Sentido común, eso es lo que nos cautivó. Porque eso es lo que veíamos han perdido quienes gestionan lo nuestro.
Regeneración se presenta a las elecciones a la alcaldía y ayuntamiento de Madrid, con ese espíritu. La voz de quienes ya no pudimos tolerar más mentiras, tergiversaciones de la realidad, y retorcimiento de los conceptos.

No hay una sola razón para que quienes deciden que hacen con nuestros impuestos, tengan que ser profesionales del pilla pilla presupuestario.
En la candidatura de Regeneració, me consta que van a ir representados todos estos que en su día asentíamos desde casa.
El profesor, el ama de casa, el trabajador por cuenta ajena, el autónomo, el empresario, el parado, la enfermera, el representante de las fuerzas y cuerpos de seguridad, el médico, el que acaba de terminar la carrera, el funcionario que sabe que servir es lo primero... todos y cada uno de quienes formamos esa gran ciudadanía y que en su exponente más trabajador y expoliado somos las clases medias.
Somos los "tea party" españoles. La sociedad viva en la calle.

Somos los que nos hemos plantado ante la nueva sede del ayuntamiento de Madrid, en abril de 2009, ante ese palacio y dijimos CON MI DINERO NO. Quienes hemos puesto el chorizo en la puerta de UGT (que cara de satisfacción de D. Enrique), y macarrones ( por eso de "todo por la pasta") ante la puerta de la CEOE. Hemos colapsado la agencia tributaria de Madrid. Somos quienes fuimos a Moncloa el 7 de noviembre de 2009, para pedir la disión de ZP, y que ya hemos recorrido muchas ciudades españolas pidiendo que cese el despilfarro, y que dejen de comportarse como seres superiores al resto de los mortales, esa casta parasitaria. Que para colmo pagamos entre todos.
Somos tú, y tú también que haces auténticos malabarismos cada mes para pagar lo más necesario y todavía tienes que escuchar en los medios al político de turno pidiéndote más porque resulta que están arruinados. No les dimos el voto para que se inventaran medios retorcidos de sacarnos el dinero. No les dimos una responsabilidad para que a cambio recibiéramos subvenciones a modo de limosnas. No les dimos un cheque en blanco. No les otorgamos anular nuestra voluntad y voz. No les dimos la libertad de ejercer de señores feudales.

Porque nosotros sí creemos en un gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. El pueblo somos la sociedad civil que anda despierta hace mucho tiempo.
Nuestro discurso es muy sencillo, dejen de tener poder, y recuerden que si pierden la vocación de servicio pierden el espiritu del que está hecha la historia, el nombre de los grandes y pequeños héroes de esta nación. Sí los comuneros del siglo XXI, los que desde cada rincón decimos ahora más alto y fuerte que nunca, CON MI DINERO NO, REGENERACIÓN YA, y comienza en Madrid, en Barcelona, en Castellón, en Mondéjar... poco a poco, en una marea de gentes sencillas y corajudas.

Con
Fuerza, honor y dignidad
Carmen Klecker

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