Los cambios en el Gobierno son el acta de Defunciòn del Zapaterismo

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La salida de Alfredo Pérez Rubalcaba del Gobierno ha llevado a José Luis Rodríguez Zapatero a emprender la novena remodelación de su gabinete desde que llegó a La Moncloa en 2004, que ha supuesto mínimos cambios y una única incorporación, la de Antonio Camacho como tistular de Interior, mientras que su fiel escudero José Blanco será portavoz del Gobierno.

Antonio Chinchetru y Juan Velarde consideran que los cambios realizados por José Luis Rodríguez Zapatero son la certificación de la muerte de Zapatero, con la única tabla de salvación de nombrar a José Blanco como portavoz del Gobierno, denostado por Rubalcaba como miembro de su equipo electoral, aunque también es verdad que fue decisivo en conseguir que Carme Chacón renunciara a su ambicioso proyecto de presentarse a las primarias.

Para Juan Velarde, la elección de Antonio Camacho como ministro del Interior:
Es un favor que Rubalcaba le hace a un amigo que está implicado hasta el mismísimo tuétano en el 'caso Faisán'. Es una manera de tenerlo protegido, máxime cuando las investigaciones judiciales han ido avanzando y se ha constatado que desde su número de teléfono se hicieron llamadas claves el famoso día del chivatazo.
Antonio Chinchetru considera que:
Aunque pueda entenderse como irrelevante el dato del teléfono, lo cierto es que Antonio Camacho estaba ocupando un puesto clave cuando se produce el chivatazo. Ha estado en puestos clave durante todo este proceso de diálogo, negociaciones y cesiones con la banda terrorista ETA. Aunque ya estaba ahí antes de la llegada de Rubalcaba, con éste ha ido cogiendo más fuerza, más relevancia.

Sobre la elección de José Blanco como portavoz, Chinchetru entiende que:
Aquí no ha habido un juego de suma cero, en el sentido de que, aparentemente han ganado los dos. Zapatero parece que da un golpe de autoridad poniendo como portavoz a un hombre de su confianza. Pero hay que recordar que a Carme Chacón se la retira de la lucha por las primarias por la traición del propio José Blanco, que ha vendido el aparato del partido al propio Rubalcaba.

Juan Velarde opina que:
Ha sido un premio de consolación que se le da a José Blanco. Además, estamos hablando de un Ejecutivo de retales, de tres o cuatro meses. De haber durado hasta marzo de 2012, se hubiese acometido una reestructuración mayor. Sólo ha habido un relevo en la cartera ministerial y luego la cara de quien saldrá todos los viernes a explicar los acuerdos adoptados tras el Consejo de Ministros.