La Plataforma de las Clases Medias, movimiento ciudadano autónomo y completo
Intervención de Enrique de Diego, en el Centro Riojano de Madrid, 10 de diciembre de 2008.
La Plataforma de las Clases Medias ha nacido como un movimiento ciudadano autónomo y completo.
Por autónomo se entiende sin dependencia de ningún partido o grupo.
La Plataforma se autofinancia y estatutariamente renuncia a recibir subvenciones directa o indirectamente, aunque sus miembros, en el ejercicio de su actividad privada, pueden y deben solicitarlas en igualdad de condiciones con el resto de ciudadanos.
La Plataforma se dirige a todos los españoles, pues entiende que antes que ser de derechas o de izquierdas, o cualesquiera otra clasificación, somos contribuyentes.
El concepto que maneja la Plataforma de clases medias es amplio y contempla a cuantos no viven o aspiran a no vivir de los demás.
Por ello, pretende agrupar a empresarios, autónomos, empleados, mileuristas, estudiantes, y funcionarios, especialmente aquellos que respondan a funciones básicas del Estado como Seguridad ciudadana, Defensa, Diplomacia e infraestructuras.
La Plataforma de las Clases Medias aunque es un movimiento ciudadano, cuya función principal es ejercer de lobby frente a la expoliación de las clases medias, no descarta actuar en ningún campo para la obtención de sus fines, y por ello la Plataforma no se pone límites a actuar directamente en política y concurrir a las elecciones.
La Plataforma quiere constituirse también en lobby económico utilizando las fórmulas que permite el sistema como el de las Sicav.
La plataforma es un proyecto completo, con su propia dinámica en el tiempo, no satelizado, ni tampoco equidistante, sino que establece sus juicios en relación con los principios y objetivos marcados que son, dentro de una filosofía general de acabar con la cultura de la subvención y con el expolio de las clases medias, básicamente cuatro: sistema mayoritario, cheque escolar, cero subvenciones a la cultura y sistema de capitalización en las pensiones.
La Plataforma evita las discusiones finalistas, que corresponden a una etapa ulterior, sino que centra todos sus esfuerzos en la modificación de los marcos y en el cambio de modelo basado en la expoliación de las clases medias.
Puede resultar ilustrativa la imagen de un partido de tenis, en el que los ciudadanos de las clases medias juegan en un campo muy ancho y muy largo, mientras sus adversarios lo hacen en uno muy estrecho y muy corto. Es imprescindible conseguir previamente a cualquier otra consideración que el campo sea igual para ambos.
La plataforma puede prestar su apoyo a otras asociaciones que planteen objetivos relacionados, pero no establecerá pactos o acuerdos orgánicos, que establezcan dependencia orgánica o colaboración permanente.
La Plataforma de las clases medias trata de impulsar una acción civil horizontal en la que cada miembro es un comunicador y un líder.
La plataforma de las clases medias asume como diagnóstico la degeneración de las democracias actuales y la perversión de los gobiernos de las mayorías dedicados a expoliar, de manera arbitraria, injusta y con tendencias tiránicas, a amplios sectores de la población y, por tanto, reclama el derecho –y deber- de resistencia. No sólo diagnostica los problemas, sino que ofrece soluciones.
La Plataforma tiene una inequívoca vocación regeneracionista, un cuerpo doctrinal básicamente definido y una disposición para la acción, puesto que considera que los gravísimos retos del presente hacen que este no sea tiempo para el debate sino para el combate.
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