viernes, 21 de octubre de 2011

El negocio de las camisetas verdes, Merkel y Sarkozy en el 15 O

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Más de 80 ciudades españolas se sumaron a la marcha global de indignados en las que no se repitieron los incidentes de Italia aunque dejaron varias imágenes curiosas y la nueva "invasión".
Los manifestantes que recorrieron Madrid este sábado dentro de la convocatoria mundial del Movimiento 15-M para exigir un cambio político y económico y una salida social a la crisis abarrotaron ya entrada la noche la Puerta del Sol tras una marcha que se caracterizó por el buen ambiente y la ausencia de incidentes. Lejos quedaron los graves disturbios de Italia y la falta de participación en Asia.

De España partió la idea de esta convocatoria y eso se notó en las miles de personas que tomaron las calles de la capital -y de otras 80 localidades españolas, aunque con especial relevancia en Barcelona, Salamanca, Zaragoza, Valencia o Mieres, donde se sumó Gaspar Llamazares- y en la cantidad de medios internacionales que acudieron a cubrirla.
A lo largo de los hasta ocho recorridos que se realizaron en Madrid para converger en Cibeles se pudieron escuchar cánticos de todo tipo, pero sobre todo para culpar de la crisis económica a los bancos. De hecho, al llegar a la sede del Banco de España, situado en Cibeles, estas proclamas se intensificaron. "Lo llaman democracia y no lo es", "El pueblo, unido, jamás será vencido" o "Dónde están, no se ven, CCOO y UGT" fueron algunas de las consignas más utilizadas por los manifestantes.
En un momento dado, un grupo de indignados sacó escobas y cepillos para, según han explicado, "barrer con alegría todo lo feo de este sistema". Otros, decidieron acudir disfrazados de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

Las camisetas de la discordia

Si bien la marcha de este sábado estuvo marcada por la diversidad de asistentes, familias, niños, jubilados, parados y jóvenes, también destacó que muchos vestían las famosas camisetas verdes que simbolizan la protesta contra las medidas de Esperanza Aguirre en educación en la Comunidad de Madrid.
Algunos, incluso, aprovecharon que pasaban frente a la Consejería de Educación y el Ministerio de Educación, ambos situados muy cerca la una del otro para dedicarle una pitada a Aguirre. Aunque muchos de los presentes aseguraron que se trataban de protestas minoritarias puesto que, en general, no se arremetió directamente contra ningún político.

Hay que recordar que la pasada semana Aguirre "destapó" en la Asamblea de Madrid los capítulos oscuros que había detrás de la denominada "marea verde" educativa. Concretamente, señaló y el PP madrileño posteriormente lo denunció ante la Agencia Tributaria que ocultaban un jugoso negocio en negro con el que se lucran las asociaciones que las venden.
Cordón indignado contra los violentos
Para evitar lo sucedido en anteriores ocasiones y ante la posibilidad de que algunos indignados la emprendiesen contra los policías que vigilaban el correcto desarrollo de la marcha, un grupo de manifestantes se encargó de rodear los furgones para prevenir así cualquier tipo de choques.

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