martes, 4 de octubre de 2011

El PSO€ pide que el modelo Alzira sea prohibido


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Joaquín Farnós Gauchia ex conseller de sanidad 1996 – 2000

El sectarismo de socialismo actual en la comunidad valenciana ha llegado al grado de estupidez y de sin razón al pedirle a Rubalcaba que prohíba el “modelo Alzira” de gestión sanitaria, menos mal que solo lo piden de palabra y no son agresiones físicas.
Al ser nombrado conseller de sanidad de la comunidad valenciana en el gobierno de Eduardo Zaplana en 1996, le pedí y me permitió introducir nuevos criterios en la gestión sanitaria valenciana, que de acuerdo con la ley general de sanidad de 1986, debe ser universal y gratuita. Como médico de profesión, había creado antes una empresa privada sanitaria. El Centro de Termalismo Marino y recuperación funcional en Benicàssim. Este centro pionero en la rehabilitación española nace incluso antes que el hospital de La Paz de Madrid y el Hospital del Vall de Hebrón en Barcelona, y en él diariamente eran tratados 300 pacientes internos tributarios de rehabilitación y unos 500 externos. Pude, pues, conocer bien la gestión de una institución sanitaria con criterio de empresa.
Por ello, al llegar a la Consellería de sanidad valenciana que dedica su objetivo a la protección de la salud a más de 5 millones de valencianos, de acuerdo con la Constitución y la Ley general de sanidad , me encontré con una plantilla de casi 50.000 personas y más de 1000centros sanitarios entre hospitales, centros de salud y consultorios, samus, etc, etc. Todo ello con un presupuesto de más de medio billón de pesetas (casi un 50% del presupuesto de la Generalitat Valenciana (un 10% del presupuesto de del gobierno valenciano era para farmacia).
Por este motivo, aunque en España tenemos una de las mejores sanidades del mundo, apliqué la experiencia de mi anterior gestión privada para introducir cambios de gestión que mejorasen el rendimiento económico y sanitario.
Así, se creó la central de compras (compras para todos los hospitales) se utilizaron las clínicas privadas (encontramos una lista de espera quirúrgica de 57.000 pacientes y la rebajamos a 7.000 (llegamos a operar en clínicas privadas a más de 100 mil personas a un coste inferior al de nuestros hospitales públicos. Abrimos los quirófanos por las tardes (había 57.000 personas esperando una operación de cataratas, hernias, prótesis coronarias, etc. etc. y teníamos quirófanos cerrados. Todo fue posible gracias a unos excelentes equipos sanitarios entre los que quiero destacar a los médicos y entre ellos a unos grandes directores de hospital como La Fe, con más personal y presupuesto que la fábrica Ford en Almusafer y la dirigía un gran equipo sanitario dirigido por Dr. Vicente Gil Suay, con el hospital clínico conviviendo con la facultad de medicina con el Dr. Joaquín Ortega a la cabeza.
Se introdujeron los genéricos en la comunidad valenciana por primera vez en España que supuso un ahorro de unos 3000 millones de pesetas por año hace 12 años, y ahora quiere aplicarlo el Sr. Zapatero
Todas estas innovaciones culminaron con el modelo de gestión sanitaria en el hospital de Alzira.
Desde un principio el objetivo era la introducción de criterios de gestión empresarial en un centro sanitario público, donde también ocurría lo de “vuelva usted mañana” de Larra.
Debíamos por tanto encontrar un nuevo modelo de gestión que tuviese como objetivo principal los principios de eficacia económica al mismo tiempo que se mejorase la atención sanitaria.
En el área 10, no existía un hospital público, lo que nos permitió introducir en ese hospital que había que construirse, lo que después se llamaría “MODELO ALZIRA” . Este modelo, en el que participaron todo un equipo de la Consellería (Juan Oliver, Roberto Roig, Marciano Gómez, Rubén Moreno, Diego Castell, Paco Bueno, etc. etc.), y el equipo jurídico de la Consellería junto a José Rico, encontraron la forma jurídica que hizo posible el cambio de modelo de gestión pública por la gestión con criterios de empresa.
El doctor Burgueño participó también en la forma jurídica de gestión privada de un servicio público con el equipo jurídico de Adeslas.
Tan simple como lógico: “La formula fue, adjudicar mediante una concesión administrativa, un servicio sanitario como era el hospital de Alzira. Esta concesión administrativa fue la gran novedad de la ley 13/95 de contratos del estado en el sector de la sanidad pública española.
Los fundamentos y características del modelo Alzira fueron:
1º- El elemento fundamental del modelo Alzira fue el pago capitativo a la empresa adjudicataria (en este caso una UTE como Adeslas y cajas de ahorro valencianas) Este pago capitativo era de un 30% menos que el coste de un hospital público por persona. En el caso del hospital de Alzira (hospital llamado después De la Ribera) con 250 mil personas, significaba, pues, un ahorro importante de un 30% de coste por persona/año.
2ª-Así pues, la empresa que ganó el concurso la adjudicación Ribera Salud S.A., tuvo que invertir a su cargo la construcción de un magnifico y moderno hospital con habitaciones individuales, por primera vez en la comunidad valenciana y seguramente en España, con un coste de unos 6000 millones de pesetas (unos 36 millones de euros). Este hospital a los diez años, pasaba a ser propiedad de la Consellería y por lo tanto del patrimonio de la Generalitat.
3º- La administración tiene además un control permanente sobre el funcionamiento del hospital, a través del comisionado de la Consellería con capacidad de control e inspección.
4º-Este modelo Alzira permite algo tan importante como la libre elección de hospital, pues los valencianos pueden ser asistido si lo desean, en el hospital de Alzira a un precio de un 30 % menor que paga la empresa concesionaria, y los ciudadanos del área del hospital de Alzira pueden, si lo desean, ser asistidos en cualquier hospital de la red pública sanitaria de la comunidad valenciana. Con ellos habíamos conseguido por fin la libre elección de hospital por los ciudadanos.
Aunque brevemente, quiero resaltar que sólo al anunciar la forma de gestión de este hospital, se produjo una reacción muy agresiva por los sindicatos y por partidos de izquierdas. Personalmente, como después le pasó en la comunidad autónoma de Madrid a Esperanza Aguirre, la oposición de los sindicatos fue tan intensa que llegué a sufrir agresiones personales, que fueron denunciadas ante el juzgado y archivadas pues, afortunadamente para mi y los sindicatos, los golpes que recibí no me fracturaron el cráneo.
La posición en aquellos momentos de los sindicatos, que naturalmente perdían liberados, fue tan grande que incluso se opusieron a la externalización del servicio de lavandería del Hospital de Elche que paso al ser adjudicada a una empresa privada con un coste de 80 pesetas el kilo de ropa lavada cuando el coste del hospital con su personal era de 130pesetas/Kg.
Por una parte, el modelo Alzira se imparte que se ha extendido por muchas comunidades y otros países y siguiera como forma de gestión sanitaria en la mayor parte de masteres no se ha implantado en los otros hospitales públicos de la comunidad Valenciana como figuraba en el programa del PP en las elecciones del 2000 de acuerdo con el espíritu Forcall: autonomía fiscalizada de cada centro público hospitalario asignándoles un presupuesto capitativo.
Como este modelo de gestión económica y sanitaria y los genéricos, seguro que hoy las farmacias estarían cobrando al día y no hubiese sido necesario congelar las pensiones a los jubilados.

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