martes, 4 de octubre de 2011

Rubalcaba víctima del 15M


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El candidato señor Rubalcaba naufraga. La campaña no arranca. Hay abandonos clamorosos del barco que se hunde como Juan Luis Cebrián o Iñaki Gabilondo, antes devotos a machamartillo. El giro a la izquierda, mediante movimientos espasmódicos, sugiere inseguridad. Este tipo de retornos a los orígenes son muy propios de las etapas de hundimiento político. En el búnker, Adolf Hitler retornó a su socialismo primigenio. Goebbels se felicitaba de que los bombardeos aliados estaban acabando con el burgués siglo XIX alemán. En la República de Saló, el acabado Mussolini se emocionaba retornando a la revolución fascista, tramando nacionalizaciones. La venta de Rubalcaba como antisistema resulta imposible, como su pretensión de matar a un padre tan inconsistente como Zapatero. No ayuda lo que parecen querencias muy fuertes de Elena Valenciano en materia de márketing político.

El señor Rubalcaba brama resentimiento social y odio a los ricos. Agita la guadaña fiscal. Defiende un Estado de bienestar que los socialistas han quebrado y arruinado. El candidato es la víctima colateral del 15-M, espejismo de movimiento ciudadano espontáneo, quimera de que en la ultraizquierda hay soluciones. Camino sin retorno hacia ninguna parte, en el que el señor Rubalcaba pasea el cadáver putrefacto del nefasto socialismo.

Era una percepción. Ha sido confirmada por el CIS que ha realizado un estudio específico sobre la influencia del 15-M en el voto del 22 de mayo: ese movimiento ha sido letal para la izquierda en términos electorales. En Madrid, epicentro del fenómeno: al 71,3% no le influyó nada; el 9,7% lo tuvo "poco" en cuenta. Al 18,2 le influyó mucho o bastante: de ellos, el 33,3% se reafirmó en su voto; 14,4 votó contra los 'indignados'; 8.9 dice que cambió su voto. El 14,4% se sintió animado a votar y el 12,8, a abstenerse. Conclusión: el 15-M apenas tuvo influencia, sirvió para movilizar a una parte del electorado del PP (se reafirmó) y desmovilizó al del PSOE. La ultraizquierda no llega ni al 2%.

Otrosí: Ha salido la segunda edición de mi libro ‘¡Indignaos con razón!’ (Editorial Rambla). Gracias.

Enrique de Diego

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