Los datos que ha publicado esta misma mañana Eurostat -la Oficina estadística de la UE- son demoledores. Y lo que es todavía más relevante. Convierten en optimistas las negras previsiones sobre el empleo que en las últimas semanas han dibujado los servicios de estudios nacionales e internacionales. Y lo que dice Eurostat es que el desempleo se situó en España en octubre en un 22,8%, más del doble que en el conjunto de la Unión Europea (10,3%).
Los datos corresponden al mes de octubre y se han hecho con la metodología de la Encuesta de Población Activa. Aunque en España el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica de manera trimestral la EPA, envía un avance mensual a Eurostat, y esos son los que han sido conocidos este miércoles. Para hacerse una idea de lo negativo que son, hay que tener en cuenta que la mayoría de los institutos de coyuntura (Funcas o la OCDE) habían retrasado la posibilidad de que España alcanzara el 23% de paro para 2012, pero con los datos conocidos hoy sin duda que se alcanzará esa tasa en el último trimestre de este año. Debido a la alta estacionalidad de la economía española, el último trimestre y el primero de cada año los datos de paro son siempre peores que en los trimestres centrales.
Esto supone que ya se ha sobrepasado con alguna holgura la barrera de los cinco millones de parados, algo que, de hecho, ya había avanzado el propio Ministerio de Economía al desestacionalizar las cifras para eliminar los efectos de calendario. Economía situó el paro en 5,9 millones durante el tercer trimestre.
Los datos dados a conocidos este miércoles reflejan una enorme disparidad en las tasas de desempleo, hasta el punto de mientras Austria, Luxemburgo y Holanda tienen un paro inferior al 5%, España roza el 23%, incluso muy por encima del 18,3% que tiene Grecia, un país en bancarrota. Eurostat estima que en estos momentos hay 23,55 millones de trabajadores en paro en toda Europa, de los que la cuarta parte son españoles, cuando su peso en la economía continental es de aproximadamente el 10%.
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