viernes, 11 de noviembre de 2011

Los Hospitales catalanes reutilizan el material quirurgico

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A la sanidad catalana se le agota la imaginación. El margen de ahorro que tienen hospitales y ambulatorios para afrontar la crisis es cada vez menor. Tras cerrar camas y quirófanos, paralizar consultas externas y cobrar algunos servicios complementarios como las camas a familiares de los hospitalizados, los centros se han decidido ahora a aparcar la cultura del «usar y tirar» y volver a esterilizar el material quirúrgico, recuperando así una práctica de hace veinte años. El objetivo no es otro que abaratar el coste del instrumental —hasta ahora de un solo uso—, aunque algunos centros lo han descartado por considerar que «hay más riesgo de contagio de infecciones».


La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) advierte de las posibles contraindicaciones de esta práctica. En declaraciones a ABC, portavoces de la citada patronal recordaron que la reutilización de productos etiquetados como «de un solo uso» supondría un uso del producto en condiciones distintas a las previstas por el fabricante, por lo que éste no puede garantizar la seguridad ni las prestaciones del producto en esas nuevas condiciones. Alertaron también de que «si está destinado a reutilizarse, el fabricante debe indicar los procedimientos apropiados para la reutilización, incluido el método de esterilización si el producto debe ser reesterilizado, así como cualquier limitación sobre el número posible de reutilizaciones».


«No es tan seguro»
El Hospital de Sant Pau, uno de los primeros que se planteó la iniciativa —tal como avanzó ABC en su edición del pasado 25 de marzo—, recicla el instrumental quirúrgico desde hace meses. Con ello pretende ahorrar unos 300.000 euros anuales. También lo hace otro gran centro de referencia en Cataluña, el Hospital del Mar, que contempla un volumen de ahorro similar.
Sin embargo, otros hospitales de la red sanitaria pública como el Clínic de Barcelona han descartado la medida al considerar que «conlleva más riesgo implícito que la práctica actual». «Preferimos ahorrar en otros conceptos», indicó a este diario la presidenta de la Asociación Profesional de Enfermería del Clínic, Anna Muelas. A su entender, «volver a esterilizar el instrumental de quirófano conlleva un riesgo y hay también muchos prejuicios con respecto a esta práctica». «Por este motivo, —afirma la portavoz sindical— hemos optado por racionalizar el coste del material de enfermería; por ejemplo, usar menos empapadores o cambiar el modelo de vendas por otras de calidad similar pero coste inferior».
Las enfermeras son plenamente conscientes de que volver a esterilizar el material quirúrgico supone un sobreesfuerzo para ellas. «Es más trabajo, aunque es un esfuerzo que estamos dispuestas a asumir en un ejercicio de responsabilidad», asegura Àngels Sabaté, vicepresidenta del comité de empresa del Hospital de Sant Pau y presidenta de la Asociación Profesional de Enfermería del centro. Este hospital ha creado un comité encargado de velar para que las medidas de ahorro no impacten en la calidad del acto asistencial.


Uniformes de talla única
Además de reesterilizar el material del quirófano, los hospitales catalanes han puesto en marcha otras medidas encaminadas a minimizar el gasto como, por ejemplo, diagnosticar paracetamol vía oral —en lugar de vía intravenosa—, unificar las tallas de la indumentaria del personal, reciclar las sábanas —la superior reutilizarla como bajera— o evitar la duplicidad de pruebas diagnósticas. Con todo ello, el Hospital de Sant Pau pretende ahorrar hasta 15 millones de euros. «Sólo generalizando el uso del paracetamol oral podríamos ahorrar 85.000 euros anuales», precisaron portavoces de la dirección médica.

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