Alfredo Pérez Rubalcaba llevó este martes al extremo su estrategia de desvincularse del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, del que formó parte durante cinco años, la última etapa como vicepresidente primero.
Después de que unas horas antes, en un mitin con José Blanco en Lugo, el presidente cargara a sus espaldas el peso de los casi cinco millones de parados declarándose el "principal responsable" de esa cifra, la pregunta al candidato socialista era casi obligada.
Así, aprovechando una breve ronda de preguntas tras la presentación de las candidaturas del PSOE por Madrid al Congreso y al Senado, la prensa quiso saber su opinión sobre el mea culpa de Zapatero y si, como el presidente, él también se sentía responsable.
Así, aprovechando una breve ronda de preguntas tras la presentación de las candidaturas del PSOE por Madrid al Congreso y al Senado, la prensa quiso saber su opinión sobre el mea culpa de Zapatero y si, como el presidente, él también se sentía responsable.
Sin embargo, Rubalcaba hizo una demostración de toreo de salón en el Palacio de Cristal del invernadero de la Arganzuela y zanjó la cuestión con una escueta frase: "Es un ejercicio de responsabilidad que habla en favor de quién lo hace, que es el señor Zapatero". En ese momento, y después de que sólo se le hubieran planteado tres cuestiones, dio por terminado el acto, sin responder siquiera a la segunda parte de la pregunta, la que se refería directamente a su responsabilidad.
Al margen de ello, el candidato socialista pidió a los candidatos por Madrid "que trabajen, que trabajen, que trabajen y que peleen" para, durante la campaña, "confrontar democráticamente" los programas de su partido y del PP. En este punto, Rubalcaba volvió a criticar -como ya hiciera el lunes- la "ambigüedad calculada" del programa electoral de Mariano Rajoy. "Rajoy dice que no quiere comprometerse a nada que no pueda cumplir y por eso no se compromete a nada", ironizó.
"La única pelea que uno no gana es la que no da", les arengó por último. En el breve acto estuvo acompañado por el líder del PSM, Tomás Gómez -quien llamó a los ciudadanos a la "rebeldía" el 20 de noviembre-, y por todos los miembros de las dos candidaturas madrileñas. Unas listas que semanas atrás generaron no pocas tensiones entre Rubalcaba y Gómez porque este último quería mantener su cuota de poder frente a las imposiciones de Ferraz.
En 2008 el PSOE sacó 15 diputados por la circunscripción de Madrid y esta vez considerarían un resultado honroso obtener 12, aunque temen quedarse en 10.
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