España no es negociable

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El pacto del PSOE y la banda socialista terrorista ETA tiene como finalidad, con todas las parafernalias mendaces de conferencias y comunicados, la independencia de Vascongadas y la destrucción de la unidad de España. Tengo el pleno convencimiento de que ese plan no saldrá adelante, no triunfará, porque el caballo de Troya, el partido socialista y su candidato Rubalcaba, recibirán un varapalo histórico el 20-N en términos de hecatombe y desaparición.


El modelo elegido es el de Kosovo, a pesar de las notorias distancias, pero ahí se produjo una lamentable cesión de la Unión Europea y se perpetró mediante la declaración unilateral del Parlamento autónomo de la antes región serbia. Es evidente que esa es la apuesta para un horizonte en el que Patxi López y Jesús Eguiguren ya no estarán políticamente, mediante la pinza o confluencia de los etarras y sus lejanos padres, los peneuvistas. Que se pretende también extender el conflicto a Navarra –en ese caso ya estaríamos ante un gravísimo conflicto que, en estos momentos, se mueve en medio de una gran frivolidad de toda la casta parasitaria política española.


Se trata de un proyecto político totalitario, de identidad, de estado nacional, que entrañaría muchas más víctimas en el futuro y que los millones de patriotas españoles no vamos a permitir. España no es negociable. No lo son ni su unidad ni su integridad territorial. Es un escenario que tendrán que afrontar con firmeza Mariano Rajoy y el PP y no tengo dudas de que lo harán, por patriotismo y porque no les queda otra opción. Es preciso entender que el voto al PSOE, aquí y ahora, el 20-N, es un voto contra España y contra la libertad que la idea y la realidad de España representan.


Enrique de Diego