El programa completo del Partido Popular no ofrece novedades respecto al resumen que presentó en Santiago de Compostela, bajo el título “100 ideas para el cambio”, y que ya fue analizado en regeneracionya.com. Aumenta la verborrea políticamente correcta, el uso y abuso de frases grandilocuentes sin contenido ninguno y de buenas intenciones, sin recorrido alguno.
Es un programa muy insuficiente para afrontar la crisis, que carece de un diagnóstico realista de lo que es una crisis de modelo, sin analogía con la situación de 1996, como peligrosamente repite el argumentario del PP. Es más el PP está atrapado en lo que he denominado el mito de los buenos gestores –y que desmonto en mi libro “Para salvar a España, carta a Rajoy”- que consiste, sucintamente, en considerar que una estructura insostenible puede ser gestionada. Ese tremendo error campea ya en la apertura del programa en el título “más sociedad, mejor gobierno”. Lo apropiado sería “más sociedad, menos gobierno”. No puede haber un buen gobierno de las autonomías porque son insostenibles, por ejemplo.
Este programa hace que la Plataforma de las Clases Medias tenga que afrontar un panorama en que va a ser fundamental la crítica y la movilización, de diverso signo. Y en ese sentido hago un llamamiento a todos a reactivarse y a estar atentos.
Paso por encima de obviedades como que “España se encuentra en una auténtica encrucijada, un momento histórico en el que se está decidiendo el futuro de varias generaciones. El reto que tenemos por delante como sociedad es de una magnitud enorme”. El programa no está, ni de lejos, a la altura de este reto.
Es cierto, y no es difícil, que cuanto plantea el PP representa una sustancial mejora respecto al desastre de la gestión socialista y el suicidio colectivo que propugna el programa de Rubalcaba. Evitar duplicidades es conveniente, pero es que las autonomías son la duplicidad por excelencia y deben ser cerradas.
En lo único en lo que concreta realmente el programa es en una serie de medidas que favorecerán a las pequeñas y medianas empresas y eso no es poco. No pagar el IVA de las facturas no cobradas, reducir el Impuesto de Sociedades, prometer por enésima vez reducir los tediosos pasos para generar una empresa, son cuestiones que están bien y deben ser puestas de inmediato en marcha, pero que se mueven en el ámbito de meras correcciones al sistema, cuando el sistema está quebrado.
Enrique de Diego
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