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El actual equipo de Gobierno Diputación de Granada, del PP, sigue encontrando incumplimientos en la gestión de los anteriores responsables de la institución, de PSOE e IU. En esta ocasión, denuncian que el alcalde socialista de Padul, Manuel Alarcón, percibió durante cuatro años un sueldo anual de casi 60.000 euros, unos 4300 euros al mes, por ocupar la jefatura de servicio de Deportes, «sin acudir a su puesto de trabajo diariamente».
El diputado delegado de Deportes, Francisco Rodríguez, explicó que, según consta en el control de los movimientos de entrada y salida, y como además han corroborado trabajadores del área de Deportes, hubo meses en los que Alarcón pasaba en su puesto de trabajo 20 minutos. «Una auténtica tomadura de pelo», afirmó.
Máximo responsable
Como jefe de servicio de Deportes, Manuel Alarcón era el máximo responsable de todos los eventos deportivos que se realizaban en la provincia de Granada. Sin embargo, Rodríguez asegura que eran las 30 personas que se encontraban a su cargo las que asumieron el trabajo diario que la jefatura del servicio requería.
El actual diputado de Deportes valoró la actitud de Alarcón como «poco ética» y la consideró una «grave falta de respeto hacia sus compañeros del área, quienes asumieron el trabajo de la jefatura de servicio durante cuatro años, sin cobrar el sueldo de jefe». «Desde nuestra llegada al Gobierno de la Diputación no paramos de sorprendernos. Primero fueron las dietas, luego las facturas duplicadas de Mercamed y ahora esto, que a un alcalde socialista le paguen un sueldo por quedarse en su casa, por el mero hecho de ser del PSOE», recalcó.
Servicios especiales
En esta línea, el portavoz del equipo de Gobierno, José Torrente, alertó de que pese a ser alcalde de su pueblo, Manuel Alarcón no necesitó solicitar servicios especiales, es decir, que no se liberó y además de lo que obtenía de su rendimiento laboral, cobraba como regidor de Padul y por su trabajo en Diputación. «Ahí es donde está la falta de responsabilidad de unos dirigentes que han tenido tanto poder que no han escatimado ninguna posibilidad de intentar favorecer al partido, aunque perjudique los intereses de la provincia», aseguró.
Torrente lamentó que este caso sea una muestra más de que «quienes gobernaban aquí antes tenían esta institución como un cortijo, en el que todo lo podían manejar y mover a discreción del interesado». «No entendemos cómo el delegado de recursos humanos pudo permitir con su anuencia que un trabajador, aunque fuera de libre designación, cobrara de la institución provincial sin venir a trabajar. Eso es una vergüenza y una falta de respeto al dinero de los granadinos. Porque, se puede ser comunista, socialista, de derechas, de izquierdas, pero no se puede faltar al trabajo, a su obligación. El señor Alarcón ha estado utilizando la Diputación exclusivamente para cobrar y el trabajo lo hacía para su partido en el municipio de Padul o en los de alrededor haciendo base para el PSOE», concluyó el portavoz provincial.
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