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La entrevista, culminada en la penúltima jornada electoral y porque Mariano Rajoy no ha parado un momento a caballo entre Badajoz y Sevilla, es la última a la que se ha sometido antes de unas elecciones que, según todos los sondeos, le auparán a la Presidencia del Gobierno.
No se cansa de repetir que "la tarea es gigantesca, muy difícil", una emergencia nacional más grave aún que aquella con la que tuvo que lidiar el PP en 1996 y, sin embargo, Rajoy sorprende tanto por su serenidad como por su buen aspecto. Eso sí, más rocoso que nunca. Han sido más de siete años de travesía en el desierto.
Se notan; también en su carácter de aspecto impasible, a pesar de mostrarse especialmente cómodo en Extremadura y Andalucía, junto con Castilla-La Mancha y Cataluña iconos de su nueva mayoría.
Una autoproclamada revolución de la normalidad de aspecto impertérrito que se antoja hasta insultante con la que está cayendo. La procesión va por dentro.
-La prima de riesgo no da tregua. ¿Sabe ya cuáles van a ser las medidas que aprobará en su primer Consejo de Ministros si, como todo apunta, llega al Gobierno? ¿Habrá alguna no económica?
-Lo primero que hay que hacer es lanzar el mensaje de que las cosas van a cambiar y transmitir confianza fuera y dentro de España. Si los ciudadanos nos eligen, el primer plan de choque consistirá en el desarrollo de la reforma de la Constitución que aprobamos recientemente. Lo siguiente: una reestructuración del sistema financiero que facilite el crédito a familias y emprendedores, una reforma laboral que favorezca la creación de empleo flexible y seguro, una ley que promueva el emprendimiento y la innovación y una reforma fiscal para el crecimiento y la equidad. Son medidas que el futuro Ejecutivo debe adoptar.
-Teme el riesgo de intervención. ¿Por qué?
-No, y le voy a explicar la razón. España, en su historia reciente, jamás ha tenido un problema de insolvencia. Ni uno solo. Hemos sido un país cumplidor y hemos asumido siempre los compromisos adquiridos con nuestros socios. A ver, evidentemente, la situación europea y la internacional no ayudan mucho, pero yo confío en nuestro país, en los españoles y en nuestras posibilidades.
-Estos días insiste en apelar al voto para lograr un triunfo histórico. Y añade que gobernará desde un diálogo que, sin embargo, no le impedirá tomar decisiones. Pero, ¿hay tiempo para el diálogo?
-Efectivamente, si los ciudadanos el 20 de noviembre nos confían la tarea de gobernar, el mío será un Gobierno que escuche y dialogue: siempre hay tiempo para sentarse a hablar. Pero también le digo que mi Gobierno actuará y lo hará en el momento que haya que hacerlo, sin demoras injustificadas.
[El candidato del PP, durante la campaña, conforme se agudizaba la crisis del euro, ha ido introduciendo una subtrama en su milimetrado guión de “lo hicimos y lo volveremos a hacer”: España necesita lanzar un mensaje contundente con un respaldo incontestable al PP para que sepan que se acometerán reformas desde el minuto uno y se cumplirán los compromisos de déficit. Siempre desde la convicción, sin recibir órdenes y recelando de las imposiciones de Gabinetes que se habrían dado en Grecia e Italia. Soberanía nacional y competencia frente a una continuidad del PSOE que nos llevaría al precipicio].
-Insiste en la urgencia nacional de un país con cinco millones de parados. ¿Cuándo piensa presentar su reforma laboral?
-La creación de empleo no es una cuestión que ataña sólo al Gobierno. Mi principal preocupación es hacer políticas y generar confianza para que la gente comience a invertir y, por tanto, a crear empleo. Como le acabo de explicar, si ganamos las elecciones, mi equipo y yo pondremos en marcha, lo antes posible, una reforma integral del mercado de trabajo que supondrá un cambio coherente de la contratación, la negociación colectiva, el sistema de relaciones laborales, la formación orientada al empleo y la intermediación. Pero quienes más crean empleo en nuestro país son las pymes y autónomos. Vamos a impulsar una nueva ley para apoyar a los emprendedores.
-Ya ha anunciado que subirá las pensiones, rebajará impuestos a los emprendedores y se pensará qué hace con el sueldo de los funcionarios. ¿Puede garantizar que los españoles no veremos otra subida de impuestos, directos o indirectos?
-En España, en cuanto haya confianza, en cuanto haya un Gobierno del que la gente se pueda fiar, comenzará la recuperación de la inversión, la recuperación económica y aumentarán los ingresos. Lo que hay que poner en marcha es una política económica que haga que se incrementen la inversión y los ingresos. Nosotros apostamos por primar la reducción del gasto, favorecer las reformas y conseguir así expandir las bases fiscales. Esto se consigue como todo en la vida: siendo serios, haciendo las cosas bien y gobernando bien.
-A usted siempre le gusta exhibir su independencia. ¿Cree que va a tener la misma cuando llegue al Gobierno? ¿Qué haría si se encontrara con pactos soterrados con potencias extranjeras por nuestra deuda?
-Mire usted, si los ciudadanos me dan su confianza el domingo, serán ellos los únicos ante los que tendré que responder y dar cuentas. Mi compromiso es con los españoles. Únicamente con ellos. Respecto a su segunda pregunta, mi respuesta es que no creo en esos hipotéticos pactos.
-¿En los contactos con los Gabinetes de Merkel y Sarkozy le han confirmado que no habrá un euro de dos velocidades?
-Pues a mí no me han confirmado nada. Si quiere saber mi opinión sobre un euro de dos velocidades, le diré que no me gusta la idea porque creo que sería malo para todos. Malo para los más veloces y malo para los menos.
[Rajoy admitió el lunes en León durante una charla informal con los periodistas que siguen su campaña que su equipo ya estaba en contacto con los de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. En Génova buscan estrechar los contactos, ganar interlocutores y, sobre todo, tranquilizar y dar garantías de que el cambio “va en serio”, como apuntan fuentes de esta formación].
-¿Le preocupa que le monten una huelga general durante su primer año de Gobierno?
-Yo voy a gobernar hablando con las fuerzas políticas de la oposición, con los sindicatos, con la patronal y con todos los sectores sociales que tengan algo que aportar. Trataré de llegar a acuerdos con todos, pero también le digo que voy a hacer lo que haya que hacer y voy a tomar las decisiones que haya que tomar. No me van a paralizar las amenazas de manifestaciones o huelgas.
-De su Gobierno ha dicho que habrá Ministerio de Agricultura y que eliminará una o dos carteras. ¿Ya lo tiene perfilado? ¿Sólo va a eliminar una o serán dos las carteras afectadas?
-Ahora lo que toca es trabajar los días que quedan de campaña para ganarnos la confianza de la mayoría más amplia posible de españoles. Si gano las elecciones, entonces, y sólo entonces, hablaremos de estructuras de Gobierno.
-¿Ha hablado ya con alguno de los futuros ministros?
-Cuando los españoles me confieran la tarea de gobernar, hablaremos de ministros.
-El otro día ni confirmó ni desmintió el nombre de González Páramo. ¿Eso es un ‘tal vez’?
-Eso es un cuando los españoles me confieran la tarea de gobernar, hablaremos de ministros.
[El líder del PP tan sólo ha hecho una avance sobre su Gobierno durante toda la campaña: los apellidos del Ministerio de Agricultura (Ganadería y Pesca) que ya había prometido. Esto es, Rajoy no suelta prenda. Tampoco a los suyos, entre quienes van cundiendo los nervios y que tienen sus propias quinielas. Los más tranquilos, los cuatro señalados durante un mitin en Madrid: Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Mato y Miguel Arias Cañete. Junto a ellos, José Manuel Soria, a quien elogió especialmente en Canarias entre los gritos de unas bases que demandaban un ministerio para él].
-¿Piensa incoar una reforma de la Constitución? ¿Por qué?
-Como todos los españoles entienden, en este momento la prioridad es generar crecimiento y crear empleo. Pero me reafirmo en lo que ya dije hace unos días en Pamplona, cuando me manifesté a favor de suprimir la Disposición Transitoria Cuarta, que contempla la posible unión de Navarra y el País Vasco.
-En el replanteamiento administrativo, ¿incluirá la posible devolución de competencias de las CC AA que lo pidan?
-No soy partidario de devolver competencias al Estado. Mire usted, lo que hay que hacer es trabajar por una mayor coordinación tanto vertical, entre el Estado y las Autonomías, como horizontal, entre las distintas Comunidades. Así se ganará en eficiencia en la aplicación de políticas y prestación de servicios y se evitarán duplicidades.
-Ha adelantado que piensa eliminar subvenciones. ¿Cuáles?
-No vamos a acabar con las subvenciones. Lo que vamos a eliminar es el mal uso, el descontrol y la opacidad que ha existido durante mucho tiempo con este asunto. Yo lo que voy a hacer va a ser modificar la ley de subvenciones para acabar con las nominativas y para controlar la transparencia en las concesiones, porque lo que tenemos es que asegurarnos de que llegan a quien realmente las necesita.
-¿Piensa reformar el modelo de financiación de los partidos?
-Los partidos, y especialmente el PP, nos hemos esforzado en realizar una campaña mucho más austera que las anteriores. Hemos modificado la Ley Electoral en este sentido. Especialmente ante una crisis como la que vivimos, los españoles reclaman más transparencia. Por eso queremos establecer unas normas claras que sirvan para ofrecer una información completa sobre los presupuestos de toda organización que reciba fondos públicos. Y eso incluye, por supuesto, a los partidos políticos.
-Más independencia en Justicia. ¿Cargos vitalicios en el Supremo y vuelta al anterior modelo de CGPJ?
-Nosotros nos hemos comprometido a mejorar los procedimientos de selección y formación de nuestros jueces y magistrados, dando más garantías de objetividad y competencia. Yo en mi programa lo digo muy claro. Vamos a reformar el sistema de elección de los vocales del CGPJ para que, conforme a la Constitución, 12 de sus 20 miembros sean elegidos por jueces y magistrados de todas las categorías. Y puedo asegurarle que, si los españoles nos dan su confianza, el mío será un Gobierno que destacará por el respeto a la independencia e imparcialidad del poder judicial.
-La independencia del Ministerio Fiscal hoy se encuentra en entredicho. ¿Qué piensa hacer para remediarlo?
-Estas dos pasadas legislaturas no han sido una buena etapa para el Ministerio Fiscal. Yo me comprometo a garantizar su independencia reforzando la intervención del Consejo Fiscal en nombramientos y ascensos, y centrando las fiscalías especiales en la persecución de la criminalidad organizada.
-Cataluña reclama un pacto fiscal. ¿Tendrá su concierto?
-Yo voy a defender ante el Gobierno de la Generalitat que hay que marcarse prioridades, que estas pasan por generar crecimiento económico y creación de empleo, y que si así lo hacemos, la Generalitat recaudará más dinero a través del 50% del IRPF y del 50% del IVA que ya gestiona.
[Rajoy se ha volcado con Cataluña durante la campaña. Allí arrancó con una pegada de carteles que, por primera vez, no se daba en Andalucía. Sus contactos con altos representantes de la sociedad civil, incluido el presidente de la Generalitat, son muy frecuentes. Tanto, que en el mitin de anteayer hasta eludió mentar a esta formación, al contrario que sus teloneros, que repartían sus críticas entre CiU y el PSC. Rajoy quiere contar con ellos sea cual sea su resultado].
-Sobre la lengua, la Generalitat anuncia desacato. ¿Cómo va a hacer cumplir la ley?
-La ley hay que aplicarla y le corresponde a los gobernantes aplicarla.
-¿Teme un rebrote soberanista vasco y catalán?
-No. Es más, yo tengo la confianza de que muchos vascos y catalanes que no han apoyado al PP en otros momentos el domingo nos van a votar porque piden un cambio.
-¿Cómo es su relación con Mas y Urkullu? ¿Baraja incluir a miembros de otras formaciones en su Gobierno?
-Mi relación con Mas y Urkullu es buena.
-¿Qué va a hacer con las televisiones autonómicas? ¿Y con RTVE? ¿Competirá por retransmisiones que están dispuestas a ofrecer operadores privados?
-En momentos de crisis las televisiones autonómicas no pueden ser un pozo sin fondo por donde se escurre el dinero de los contribuyentes. Es necesario plantear un nuevo modelo que permita adaptarlas a la coyuntura presupuestaria. Mire usted, yo he asumido el compromiso, y así lo recojo en mi programa, de sacar adelante las reformas necesarias para que los Gobiernos autonómicos puedan elegir entre nuevos modelos de gestión de las teles públicas que posibiliten la entrada a la participación privada.
-Garantiza sanidad, educación y pensiones. ¿Todo lo demás es susceptible de ajuste?
-Necesariamente tenemos que proceder a una reestructuración y ajuste del gasto público que libere recursos para la sociedad. Nosotros tenemos un proyecto de Gobierno para crecer y generar empleo, y garantizar así la educación, la sanidad, las pensiones y el bienestar de todos. No me cansaré de decir que la mejor política social es crear empleo.
-Sobre el aborto dijo que quiere volver a la ley anterior con las correcciones que fueran necesarias ante el coladero que suponía. Sin embargo, en el programa sólo se dice que se cambiará la actual norma defendiendo el derecho a la vida. ¿La derogará o no?
-Nuestra posición es clara: cambiaremos el modelo de la actual regulación para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores. Pero mi compromiso va más allá, y quiero subrayarlo, porque creo que no se ha hablado mucho en los medios de comunicación del compromiso, manifestado por mi partido, con la protección y el apoyo a la maternidad. En este sentido, queremos hacer una ley de protección de la maternidad, con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad, y también queremos impulsar redes de apoyo a la maternidad.
-Con la nueva norma, el aborto es un derecho. Con la anterior, un delito despenalizado. ¿Seguirá siendo un derecho?
-Mire usted, nosotros, tal y como recoge el recurso de inconstitucionalidad que presentamos con motivo de la nueva regulación del aborto, defendemos el derecho a la vida lo mismo que lo defiende la resolución de nuestro Tribunal Constitucional de 1985 sobre esta materia.
-¿Mantendrá Educación para la Ciudadanía?
-Mi compromiso es sustituir esa asignatura por otra donde se estudie la Constitución y las instituciones españolas y de la UE.
-¿Y sobre el ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo?
-Respecto a la Ley de Matrimonios Homosexuales, tal y como he manifestado en diversas ocasiones, escucharé al Constitucional y a la gente. Mi discrepancia está en el asunto del nombre.
-¿Cómo piensa recuperar el crédito en el exterior?
-El Gobierno socialista ha provocado que España haya pasado a ser un socio impredecible y poco fiable. Ahora, más que nunca, es necesaria una nueva acción exterior para recobrar nuestro protagonismo como interlocutor fiable, previsible y respetado. Yo considero que la proyección exterior tiene mucha importancia para favorecer la recuperación nacional en todos los sectores, sobre todo en el económico.
[Sólo resta un día de campaña y Rajoy, firme y enérgico en sus mítines, más vehemente que en su inicio, prosigue con aspecto relajado. “Sabe perfectamente lo que tiene que hacer, la que se le viene encima y, sobre todo, sabe que no tenemos tiempo”, trasladan quienes le conocen. Él, a lo suyo, en este caso, a preparar el mitin que tuvo anoche en Sevilla].
“Actuaremos contra cualquier partido que forme parte de una organización terrorista, ya intentamos ilegalizar a Bildu”
-Ha celebrado la declaración de intenciones de ETA y pide su disolución y la entrega de las armas. ¿Piensa modificar la política penitenciaria?
-No vamos a aceptar vincular ningún cambio jurídico-político con la estrategia de una banda terrorista. El Estado lo que tiene que hacer es garantizar que en todo momento se cumpla la ley.
-¿Instará a que se actúe contra Bildu y Amaiur? No han condenado a ETA y hasta dirigentes de su ilegalizado ‘brazo político’ han acudido a reunirse con el ‘lehendakari’, Patxi López, representando a Bildu, por ejemplo.
-Siempre y cuando no estén dentro de la ley, siempre y cuando formen parte de una organización terrorista, actuaremos. Ya se intentó este mismo año, con el apoyo claro y rotundo del Partido Popular, la ilegalización de Bildu. El Tribunal Supremo nos dio la razón a todos los que apoyamos su ilegalización pero no lo hizo después el Tribunal Constitucional.
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