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No hubo alegría en la fiesta de Navidad de Ariza. Pasaron los días de las fantasías de magnate y se ha entrado en la era dañina. Silencios acobardados, temor hacia el futuro. Llamadas del autócrata intereconómico a remar. Pero ahora se trata de remar en galeras, temerosos de ser el próximo en ser lanzado a los tiburones. La era dañina viene marcada por los despidos. ¿Se pagará la extraordinaria? Los retrasos han sido continuos en los últimos meses. Se echa en falta a José Manuel Díaz Quintanilla.
Por lo menos él era un señor. Quintanilla ha vuelto de Tierra Santa feliz y liberado. Alfredo Dagnino, en el papel de killer, es de una torpeza sobresaliente. Dagnino es el primer presidente de la Asociación Católica de Propagandistas que ha hecho negocio con el cargo, poniéndose sueldo como director general del CEU, y el primero que no ha sido reelegido. Algún eximio profesor del CEU dice que “no sabe hacer la o con un canuto”, pero eso no es cierto, porque tiene escritos unos ladrillos de mucho cuidado que han ayudado soberanamente a menguar las ventas del diario de Carlos Dávila, el ideador de esa sección tan creativa de “el tonto contemporáneo”. La aportación de Dagnino a Intereconomía ha sido una universidad para mayores orgullosos de ser de derechas. ¿Cómo va a oscilar al centro Ariza, él tan orgulloso de ser de derechas, y tan católico que ahora vende espacios al protestantismo? Y luego querían que Rouco les cediera gratis la COPE…
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