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He escrito un libro “Para salvar a España”, que es lo que me preocupa, como a todos mis oyentes. Jiménez Losantos ha escrito uno, en el que me ataca con saña, para salvarse él, para situarse como protagonista. No tengo nada personal contra Losantos. Me enfrenté a la mentira montada, que califiqué de ‘conspiranoia’, por Pedro J, a la que Losantos se sumó y ha seguido cuando Pedro J ha bajado bastante el diapasón. Resulta llamativo que cuando ya nadie sigue con esa matraca de poner en duda lo obvio: el 11-M fue un atentado terrorista islamista, en la misma línea del 11-S, él vuelve por el mismo registro, e incluso me sitúa, con evidente manipulación, que le quita toda credibilidad, en connivencia con el PSOE. Más me asombra, y me apena, que todavía unos cuantos españoles de buena fe le siguen a pies juntillas en lo que no tiene ningún fundamento en la realidad.
Sobre ese delirio, se ha hecho daño a personas honorables o que no merecían el acoso al que han sido sometidas. Quiero rendir homenaje a las víctimas del 11-M que han sufrido y sufren por esa manipulación que no las deja sosegarse. Quiero rendir homenaje a todos los policías que en aquellos días terribles de 2.004 defendieron la libertad y la seguridad de los españoles, especialmente al ejemplar y heroico geo Francisco Javier Torronteras, que murió en el asalto en el piso de Leganés. También a Pedro el Tedax que con riesgo de su vida desactivó la mochila de Vallecas, permitiendo la obtención de las pruebas que llevaron a la detención de Jamal Zougham. Quiero también rendir memoria a algunas víctimas colaterales o directas de esa conspiranoia como la esposa del comisario Rodolfo Ruiz que entró en depresión y se quitó la vida al no poder soportar las continuas denuncias de Pedro J y de Losantos, o a algunas otras personas que han tenido un gran sufrimiento. El hecho de que se mantenga abierto un sumario sobre la actuación del comisario Sánchez Manzano, entonces jefe de los Tedax, sigue, al parecer, dando alas a los conspiranoicos. Ese sumario previsiblemente se cerrará pronto tras una considerable pérdida de tiempo y de dinero del contribuyente.
Lo liberal y lo humano es ser responsable, no provocar daño innecesario, buscar la verdad y corregir errores cuando uno se equivoca y no empecinarse. A Losantos le queda poco tiempo para rectificar. Le brindo esa oportunidad.
Enrique de Diego
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